Las claves del éxito de Mario Gómez

El 'Churrito español', así llaman los aficionados del Bayern a Mario Gómez, esconde muchos secretos. Silvia Meichel, su novia de toda la vida, es su principal apoyo. Ella fue la clave para superar su peor momento como deportista. Además, la tragedia de los mineros chilenos le ayudó a superarse.

Mario Gómez es un tipo muy peculiar. El 'Churrito español', así coreaban los aficionados del Bayern al delantero tras marcarle un gol al Real Madrid, es un apasionado de la música, disfruta con la moda y se lo rifan los mejores diseñadores alemanes.

Además, junto a él siempre está Silvia Meichel, su novia de toda la vida, que le ha ayudado a superar los momentos más difíciles de su vida deportiva.

Mario Gómez y Silvia Meichel se conocieron en el colegio y son novios desde los 16 años (hace ya una década). El año pasado posaron juntos con un traje típicamente bávaro durante el Oktoberfest y el delantero siempre ha manifestado que su novia fue su mejor apoyo en los malos momentos.

La música, pasear y jugar una pachanga con los amigos de su pueblo, según cuenta El Mundo, son otra de las aficiones del goleador alemán, que el miércoles es la gran amenaza del Real Madrid en la Champions.

Modelo ocasional

Su altura, su corte de pelo siempre perfecto, su mirada y sus perfectos abdominales han hecho de él uno de los personajes más perseguidos por los diseñadores más famosos de Alemania. Mario Gómez ya ha desfilado para Hugo Boss y se siente atraído por este mundo: "Fue muy divertido, pero no lo cambio por un campo de fútbol".

Por esta razón, el portal de internet FirstAffair.de le ha otorgado el título de jugador más caliente de la Bundesliga.

Pero no todo han sido buenos momentos para Mario Gómez. El País cuenta que el delantero estuvo sin marcar un gol desde el 20 de febrero de 2009 hasta el 10 de octubre de 2010. Tras romper con su sequía goleadora, sorprendió esta declaración: “Un cariñoso saludo a Chile”. En esos días de sequía las persona más cercana a él pudieron ver a un Mario Gómez melancólico e irritable, incluso depresivo.

Para recuperarse, y por casualidad, se enganchó por televisión al drama de los mineros chilenos que estuvieron 69 días atrapados en el pozo de San José de Copiapó. Le llamó la atención que uno de los hombres que luchaban por sobrevivir en esas condiciones extremas se llamara Mario Gómez, como él, y que el número de los atrapados, 33, fuera el mismo que él luce en la camiseta del Bayern. Sintió la historia como suya porque en sus raíces granadinas hay familiares que están relacionados con el trabajo en la minería y le dio fuerzas para salir adelante.

Así es Mario Gómez, un tipo peculiar, que amenaza con dejar al Real Madrid fuera de la Champions.